Cómo realizar un pulido de joyas en 4 pasos
El paso del tiempo deja su huella en absolutamente cualquier elemento. Ni siquiera las joyas más exclusivas escapan al efecto de las agujas del reloj. Aquel anillo brillante y lujoso, puede verse con el tiempo apagado, rallado y desgastado, con una apariencia muy lejana a la que debería mostrar. Por suerte, existen técnicas actuales y novedosas que permiten que las joyas recuperen su resplandor, así que sigue leyendo para descubrir cómo realizar un pulido de joyas en 4 pasos.
Cómo realizar un pulido de joyas en 4 pasos
El pulido de una pieza de joyería implica que la misma recupere su resplandor sin alterar su forma, siempre que se haga de forma profesional y siguiendo algunas pautas concretas. Como consejo a tener en cuenta, no se recomienda realizar más de tres pulidos en la misma pieza, y ser consciente de que hay ciertos daños que no se pueden eliminar con este sistema.
Evaluación de la pieza
El primer paso antes de iniciar el procedimiento, es evaluar el estado inicial de la pieza. En esta evaluación se comprueban los arañazos, golpes e imperfecciones que han aparecido con el tiempo, para saber si es posible realizar una restauración completa o si el resultado no será el deseado.
Pulido
El segundo paso es el propio pulido. La pieza se trabaja en unos cepillos y tornos especiales, impregnados con pastas abrasivas que eliminan los arañazos y las impurezas. También eliminan cualquier capa superficial para dejar la superficie de metal a la vista y lista para el siguiente paso.
Limpieza
Se limpia la joya por completo, utilizando una técnica conocida como inmersión en un baño de ultrasonidos y de agua tibia jabonosa. Este procedimiento se realiza para conseguir que toda la pieza esté perfecta, especialmente las partes más pequeñas o poco accesibles. Es una técnica útil para la mayoría de las joyas, exceptuando aquellas que están formadas por piedras preciosas demasiado frágiles.
Baño de rodio
Este último paso se realiza únicamente en joyas de oro blanco. Se somete a la pieza a un baño de rodio, un metal de la familia del platino que refuerza el tono y el brillo del oro blanco. Al contrario de lo que pueda parecer, este baño no disminuye el valor de la pieza, ya que se trata de un metal muy escaso y de elevado precio. Se utiliza este elemento para proteger y embellecer la pieza, que alargará la vida útil de la joya y le dará una imagen única y vistosa.
Todas las joyas son especiales y tienen un valor que va mucho más allá del económico, por eso es tan necesario realizar una correcta restauración para que luzcan como nuevas. No olvides, que el proceso debe hacerlo un profesional en un taller de joyería especializado y equipado con la maquinaria necesaria. Realizar un pulido de joyas en 4 pasos conseguirá el mejor resultado para tus piezas desgastadas por el tiempo. No dudes en dar una nueva vida a tus joyas para que brillen con luz propia.