Qué es un reloj de mecanismo Tourbillón y cómo funciona
Tourbillón es una palabra francesa que significa torbellino. También es el nombre que se le dio a uno de los mecanismos de relojería más precisos y sofisticados que existen. ¿Qué es el mecanismo tourbillón? ¿Cómo funciona un reloj tourbillón? Te lo contamos.
Qué es un reloj de mecanismo Tourbillon
El mecanismo tourbillón fue diseñado por el relojero suizo Abraham Louis Breguet y patentado en 1801.
El “cerebro” de un reloj mecánico reside en lo que se conoce como el escape, que incluye un delicado espiral montado en un volante que gira hacia atrás y adelante (cada rotación equivale a un tic en el reloj). Debido a la naturaleza del diseño, y efectos de la gravedad sobre los puntos más ligeros o más pesados en el volante, la velocidad de cronometraje variará cuando el reloj se encuentra en diferentes posiciones.
En la época de Breguet la relojería se limitaba al reloj de bolsillo, que pasaba la mayor parte del tiempo en vertical dentro del bolsillo del usuario, eso hacía que la fuerza de la gravedad alterase el ritmo regular del reloj, haciendo que perdiera precisión.
El mecanismo tourbillón ideado por Breguet resolvía este problema compensando los efectos de la gravedad y mejoraba la presicisión del reloj.
¿Cómo funciona un mecanismo tourbillón?
En un reloj mecánico estándar, el escape es fijo, y es imposible mantener la misma velocidad sin importar en qué posición esté el reloj. La solución de Breguet fue crear un escape que estuviese en constante movimiento. En el tourbillon el escape está alojado en una jaula giratoria que, debido al movimiento constante, promedia el efecto de la gravedad cuando el reloj se ha quedado atascado en diferentes posiciones.
El mecanismo tourbillon es considerada una de las cumbres de la relojería, pero solo era eficaz para los relojes de bolsillo. En los relojes de pulsera se consigue el mismo efecto con el movimiento natural de la muñeca.
Sin embargo, los relojes tourbillón de pulsera son muy apreciados y alcanzan grandes cifras en el mercado. Esto se debe a que el torubillón es sin duda uno de los mecanismos más difíciles de hacer a mano. El mecanismo tourbillón es pequeño, con un peso de menos de un gramo, acabado a mano y por lo general se hace a mano con más de 40 partes de metales ligeros como aluminio y titanio, por lo que tardan una gran cantidad de tiempo en fabricarse. Eso unido a su increíble belleza justifica que sean tan cotizados.