
La historia de los relojes suizos desde sus orígenes
Los relojes suizos son los más afamados del mundo pero ¿desde cuándo es así? Hoy hacemos un repaso por la historia de los relojes suizos.
Historia de los relojes suizos
En 1601 se fundó en Ginebra el primer gremio de relojeros, lo que marca el inicio de Suiza como referente de relojería en todo el mundo. Para el año 1704, la relojería dominado la economía suiza.
Hay varias causas que explican este boom:
- Los duros inviernos suizos forzaron a muchos agricultores a irse a la gran ciudad, donde encontraban trabajo en la creación y montaje de diversos componentes de reloj para las empresas con sede en Ginebra.
- Por otro lado, a diferencia de lo que pasaba en Francia o Alemania, la naturaleza descentralizada de la relojería suiza se prestaba bien a la producción en masa.
La historia de los relojes suizos empieza curiosamente con una prohibición. Y es que cuando John Calvin prohibió la fabricación de joyería en Ginebra a mediados del siglo XVI (por considerarla una práctica idólatra) los joyeros de la ciudad tuvieron que adaptarse. Por eso decidieron cambiar su profesión por la relojería, un oficio donde podían seguir usando sus habilidosas manos.
La producción en masa de los relojes suizos se inició a finales del siglo XIX y principios del XX debido a la industrialización y las nuevas tecnologías. En este mismo siglo, los relojeros suizos se centraron en el emergente mercado americano ofreciendo relojes de buena calidad a precios de gama media.
El final de la Primera Guerra Mundial fue testigo de la aparición de los relojes de pulsera, que pronto se popularizaron en todo el mundo.
Durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, la neutralidad suiza tuvo un papel importante, ya que le permitió convertirse en proveedor de relojes para ambas partes, manteniendo sus fábricas abiertas y produciendo incluso en los momentos más convulsos.
Durante los años 70 y 80 los suizos vieron como la llegada de los relojes de cuarzo procedente de Japón les hacía perder cuota de mercado. Ante el avance las nuevas tecnologías, los relojeros suizos optaron por diferenciarse del resto especializándose en relojes de lujo con diseños muy cuidados y aludiendo a su herencia.
Hoy en día, la mayoría de los fabricantes de relojes de lujo tienen su sede u operaciones en Suiza. Estas operaciones se concentran generalmente en torno a Ginebra o La Chaux-de-Fonds a lo largo de la frontera occidental del país.