Diferentes tipos de relojes en la historia
¿Qué hora es? Parece sencillo contestar a la pregunta haciendo un pequeño giro de muñeca y observando nuestro moderno reloj. Tal vez nunca hayas pensado en que, para llegar hasta tu muñeca, el reloj ha tenido que pasar una truculenta historia en la que no siempre se le dio tan bien medir el tiempo.
Así que sigue leyendo para descubrir los diferentes tipos de relojes en la historia, todos aquellos que han llevado a poder controlar el paso de las horas de forma rápida y eficaz.
Diferentes tipos de relojes en la historia
La historia de la medida del tiempo se remonta a la creación del sistema sexagesimal, originados en Mesopotamia y Egipto, hace aproximadamente 4000 años. En esa época no existían dispositivos que midieran el tiempo, así que se utilizaban construcciones que servían para determinar el paso de las estaciones, a modo de calendarios.
Dispositivos anteriores a los relojes
Los primeros dispositivos que midieron el tiempo dividían el día según el movimiento del sol, de modo que las horas eran más largas en verano y más cortas en invierno. Estaban ligados a la observación de los movimientos de los astros en el cielo, por lo que medían en cierta forma el paso de las estaciones. Al ver cómo los astros repetían los patrones cada cierto periodo, pudieron empezar a crear objetos básicos de conteo que incluso dependían de los fenómenos regulares de la naturaleza, como los relojes de marea.
Relojes de Sol
Se pude decir que los relojes de sol fueron los primeros dispositivos moderadamente fiables para medir el paso del tiempo. Aparecieron como objetos destinados a dar información sobre el calendario, aunque posteriormente funcionaron para marcar el paso del tiempo a corto plazo, observando el patrón de movimiento del sol y el de las sombras al avanzar entre dos puntos.
Relojes de agua
El uso de objetos que medían el tiempo mediante agua se remonta a la antigüedad, en China. Estos dispositivos, también llamados clepsidras, utilizaban el flujo regulado del agua de un recipiente graduado a otro para medir el paso del tiempo.
Se utilizaban especialmente durante la noche, ya que en ese tiempo los relojes de sol no eran funcionales. Se componían originalmente de una vasija de cerámica que contenía agua hasta un nivel concreto, con un agujero en la base que permitía salir el agua con un flujo determinado, hasta completar el tiempo prefijado con la cantidad de agua.
Relojes de arena
El dispositivo es muy similar al reloj de agua. Su origen es incierto, aunque se data en Europa, en el siglo XIV, momento en el que hay evidencias de relojes de arena de apariencia similar a los actuales.
El dispositivo con dos contenedores, generalmente de vidrio, conectados en un punto en el que se estrechan. De esa forma, dejan pasar un flujo continuo de arena fina desde la parte superior a la inferior. Al terminar, solo basta darle la vuelta al objeto para reiniciar la cuenta del tiempo.
Relojes de fuego
El origen de los relojes de fuego es totalmente desconocido. Basan su funcionamiento en una llama que evoluciona, o en la combustión constante de un material. El tiempo se mide comparando la llama o el material con una escala. Hay datos de uso de este tipo de dispositivos hasta el siglo X en Japón.
Reloj mecánico
La aparición del reloj mecánico supone el comienzo de la medición de tiempo de manera exacta. Los primeros relojes construidos con piezas mecánicas datan de finales del siglo XIII, logrando únicamente piezas de gran tamaño que se destinaban a lugares públicos como ayuntamientos o iglesias.
La técnica mejora con el paso del tiempo, de modo que permite reducir la maquinaria hasta conseguir dispositivos similares a los que conocemos hoy en día. Los descubrimientos y mejoras realizados por los inventores del siglo XVII, permiten incluir elementos como el péndulo, mejorar la precisión de los relojes, y reducirlos hasta un tamaño que fuese portátil para las personas.
Relojes modernos
En el año 1904 aparece el reloj de pulsera para hombres, diseñado por Louis Cartier. Anteriormente, en el año 1868, Patek Philippe inventó el reloj de pulsera para mujeres, pensado más como un objeto de joyería.
La tecnología nunca deja de avanzar. Por eso, tras la creación del reloj de pulsera, han aparecido otros objetos modernos e interesantes, como los relojes digitales, los cronómetros y los cronógrafos, que permiten tomar medidas mucho más exactas acerca del paso del tiempo.
Incluso podemos hablar de nuevos dispositivos que todavía están en fase de desarrollo, pero que en el futuro tendrán aplicaciones muy interesantes, como los relojes eléctricos o los relojes atómicos.
¿Conocías los diferentes tipos de relojes en la historia? ¿Crees que los más antiguos eran fiables? Cuéntanos tu opinión, y no te entretengas, ya sabes que el tiempo es oro.