¿Cómo hacer un anillo más pequeño para personalizar su talla?
Los anillos suelen tener un tamaño estándar en tienda, que no siempre se ajusta al tamaño del dedo, de hecho, lo más habitual es que sea necesario adaptarlo.
Cuando hablamos de cómo hacer un anillo más pequeño es necesario indicar que existen diferentes procesos, que se adaptan a las condiciones de cada pieza, por ejemplo, será muy diferente disminuir el diámetro de una sortija de bisutería, respecto al proceso que llevamos a cabo en un anillo con diamantes en el perímetro exterior.
A continuación, vamos a analizar cómo hacer un anillo más pequeño a partir de diferentes técnicas.
¿Por qué es necesario ajustar el tamaño de un anillo?
Los anillos no se venden en diferentes tallas, aunque sí existen diferentes diámetros. Un anillo llega al punto de venta con un diámetro estándar, pero normalmente es imprescindible llevar a cabo un ajuste sobre su tamaño.
Un anillo puede ser una pieza que utilizamos de forma puntual, por ejemplo un anillo de pedida, o puede ser un accesorio de uso diario, como en el caso de las alianzas, en ambos casos es muy importante que su diámetro se ajuste a las condiciones de cada persona, para que resulte cómodo.
Es precisamente la comodidad la razón por la que en la mayoría de los casos, ajustamos el tamaño de un anillo, aunque también pueden ser cuestiones estéticas las que nos lleven a ampliar o reducir un anillo.
Las tallas de los anillos
Los anillos también tienen tallas, estas medidas nos permiten determinar la medida exacta del diámetro de un anillo, en base a una serie de medidas estándar.
Las tallas más pequeñas son las que van del 8 al 12 y corresponden a diámetros de entre 153 mm y 165 mm., mientras que las tallas más grandes son las que van del 28 al 31, y que abarcan piezas de hasta 224 mm.
En cualquier caso, existen tallajes especiales para personas que necesitan un anillo especial, que no se ajusta a las medidas estándar.
¿Cómo hacer un anillo más pequeño, el proceso habitual?
Para reducir el diámetro de un anillo existe un proceso tradicional que conlleva los siguientes pasos:
- Lo primero que hacemos es marcar el anillo por la parte interna, para determinar la distancia sobre la que vamos a intervenir.
- A continuación, llevamos a cabo dos cortes con instrumental específico, que no dañe la superficie del anillo y nos permita realizar un corte limpio y muy preciso.
- Una vez realizado el corte, lijamos las zonas abiertas para evitar las impurezas propias del corte.
- Una vez eliminada la parte sobrante, podemos unir los dos extremos. Ten en cuenta que un anillo de metal tiene cierta elasticidad, y por tanto, vamos a poder unir ambos extremos sin problema, siempre que el corte no haya sido excesivo.
- A continuación soldamos ambas partes. Existen técnicas de soldadura que no solo se adecúan a metales preciosos, sino que además evitan marcas y señales en el anillo.
Este es el proceso que se lleva a cabo en el caso de alianzas y anillos lisos en general.
Ten en cuenta que en el caso de los anillos de oro y metales preciosos en general, el anillo va a perder valor, debido a que estamos retirando parte del peso que compone el anillo.
¿Cómo reducir un anillo engarzado?
El proceso anterior se complica en el caso de los anillos engarzados, por ejemplo aquellos que incorporan diamantes en la zona exterior de la pieza.
En este caso, el paso previo consiste en retirar las piedras preciosas.
Retirar una pieza de la banda es un proceso muy complejo, que no solo debe conseguir que la piedra no se dañe, además debe hacerse con la precisión necesaria para que el anillo conserve todas sus propiedades.
Una vez que la piedra ha sido extraída de la banda, se puede llevar a cabo el proceso anterior cortando parte del anillo para reunir los dos extremos.
Otra posibilidad se basa en refundir la banda tras retirar las piedras preciosas, para generar un anillo que se adecúe a las medidas exactas del dedo.
En estos casos es fundamental contactar con personas especializadas en este tipo de procesos. Un anillo engarzado incorpora piedras preciosas que deben ser correctamente engarzadas de nuevo, y este tipo de trabajo suele ser muy delicado.
Reducción de anillos mediante espirales
Otra opción es la de recurrir a una espiral reductora para anillos. Este tipo de banda se ubica en la parte inferior del anillo, la banda reduce el diámetro de forma visible, generando un ajuste perfecto en función de la talla del dedo.
La principal ventaja de las espirales reductoras es que el proceso se lleva a cabo de forma rápida, y no es necesario sacrificar parte del metal del que se compone el anillo, de hecho, las espirales se pueden elegir en función del material y el color de la banda.
La principal desventaja es que el anillo incorpora una espiral en la parte inferior, que para algunas personas puede ser un problema, aunque en la actualidad existen bandas con adornos y diferentes diseños.
¿Es posible ajustar cualquier anillo?
Por lo general, en la actualidad sí se puede adaptar el tamaño de casi cualquier anillo, aunque si la banda tiene un diseño especial, por ejemplo dos bandas que se entrelazan, o el engarzado es especialmente intrincado, es posible que no exista un método seguro para reducir su tamaño.
En cualquier caso, tanto los anillos planos como los solitarios clásicos se pueden deducir sin mayores problemas.
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