Cómo funciona el escape de un reloj y cuál es su función
El escape de un reloj es el mecanismo que regula la escala de tiempo, ya sea mediante un péndulo, en relojes de pared por ejemplo, o mediante un volante regulador, en relojes de pulsera.
En definitiva, lo que se busca es que la energía desarrollada por el muelle se vaya liberando poco a poco, en lugar de ejercer un movimiento inmediato.
En esta ocasión vamos a analizar cuál es la función del escape de un reloj y cuál es su influencia en el mecanismo general de los relojes, especialmente en piezas de pulsera mecánicas.
Qué es el escape de un reloj y cómo funciona
Técnicamente, el escape de un reloj es el mecanismo encargado de mantener las oscilaciones del órgano regulador. Esta tarea se lleva a cabo bloqueando y liberando el rodaje del mecanismo, generando una serie de intervalos a la misma frecuencia, determinada en todo caso por el órgano regulador del reloj.
Lo que buscamos es que el muelle no se destense de inmediato, sino que se movimieno se dosifique,al liberarlo a ritmo fijo, el complejo sistema de engranajes se mueve en relación a una cadencia determinada, habitualmente en ritmos de entre 10 y 15 milésimas.
Es importante minimizar el choque o rozamiento entre piezas, los modelos actuales consiguen que el órgano regulador transmita apenas el 30 % de la fuerza del barrilete, esto evita el desgaste de las piezas, que causan pérdidas de exactitud a largo plazo.
No existe un solo modelo de escape, de hecho, como veremos a continuación, se utilizan varios modelos de escape en relación con su funcionamiento.
Qué tipos de escape existen actualmente
Muchas marcas trabajan con escapes propios, desarrollados para piezas específicas, sin embargo, en su mayoría se pueden agrupar en los siguientes tipos.
Escape de ancora
Es el escape más tradicional. Este escape no impulsa directamente desde el volante o péndulo, sino mediante una pieza intermedia, el áncora, en cuyos extremos existen dos palas que regulan el movimiento.
Este tipo de movimiento regulador se originó en el año 1759 por el ingeniero Thomas Mudg, desde entonces se ha aplicado a todo tipo de piezas con ligeras variaciones.
Escape de paletas
En este caso se instala una rueda dentada de forma transversal respecto al plano de la rueda, un vástago vertical actúa sobre la rueda mediante paletas que regulan la marcha de los dientes.
Este tipo de escape se conoce como escape de retroceso y suele instalarse en relojes de gran formato.
Escape de cilindro
Es un escape de reposo compuesto principalmente por dos piezas, la rueda de escape y un cilindro capaz de interceptar el movimiento del muelle. Cada uno de los dientes de la rueda de escape se introduce en el cilindro, de esta forma se marcha se hace constante.
Algunas marcas como Breguet han utilizado el escape de cilindro en algunas de sus piezas, sin embargo, su alto coste hace que muchas marcas hayan optado por incorporar el escape de áncora en la mayoría de sus piezas.
Escape duplex
Se ha utilizado tradicionalmente en piezas de bolsillo, su funcionamiento se basa en un mecanismo de dos ruedas montadas una sobre otra, aunque se ha logrado montar este tipo de escape sobre una sola rueda.
Los dientes de impulsión entran en contacto con un cilindro en reposo, que permiten que las ruedas sigan un movimiento acompasado.
Escape de Graham
El escape de Graham es muy parecido al modelo de áncora,sin embargo, el escape de Graham permite que las paletas se puedan regular, para optimizar su movimiento.
Escape de paleta de alfiler
Por último, el escape de alfiler utiliza dos ruedas de escape con 12 y 15 dientes, mediante una sola áncora de paleta de alfiler para que el movimiento sea más preciso.
El volante regulador en un movimiento de escape
La pieza clave en un movimiento de escape es el volante regulador. El volante regulador se aplica a los relojes mecánicos y su función es la misma que ejerce el péndulo en los relojes de pared.
El volante regulador es una rueda con movimiento de ida y vuelta, regulado por el escape, que transforma el movimiento rotativo de los engranajes en impulsos, que llegan al volante compensador.
Cuando escuchamos el tic tac de un reloj, en realidad estamos escuchando el giro del volante regulador, este movimiento permite que el sistema de engranajes adelante una magnitud fija, moviendo las manecillas del reloj en el sentido habitual.
El uso del volante regulador se remonta hasta el siglo XIV, y si bien los relojes de cuarzo no lo incorporan, todavía hoy los relojes mecánicos hacen uso de un volante regulador para marcar el movimiento de estas piezas.
El isocronismo en piezas mecánicas
Aunque es un concepto muy técnico, conviene repasar el problema del isocronismo cuando hablamos del funcionamiento de un reloj mecánico.
Explicado de forma sencilla,el isocronismo es la necesidad de que dos movimientos se reproduzcan de una manera idéntica, independientemente de las condiciones en las que se produzcan.
El escape debe proporcionar un movimiento idéntico si, por ejemplo, el reloj está en reposo sobre una mesilla, o si estamos corriendo mientras lo llevamos en la muñeca. El isocronismo es, sin duda, uno de los principales retos a los que se enfrenta el escape de un reloj.
El muelle se destensa más rápido cuando está muy tenso, además ,su movimiento se ve afectado por cuestiones como el rozamiento, que no siempre es homogéneo, la temperatura, etc.
Un movimiento de escape de calidad, como los que utilizan las grandes relojeras suizas, evitan problemas de sincronismo a largo plazo, consiguiendo que todos los movimientos que genera un mecanismo sean prácticamente iguales.
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