Cómo escribir con una pluma estilográfica
Coleccionar plumas estilográficas es un símbolo de elegancia y distinción. Pero no basta con tenerlas, hay que saber usarlas. Y es que escribir con estilográfica es todo un arte. ¿Quieres aprender a hacerlo bien? A continuación, te damos algunas pautas básicas para conseguirlo.
Escribir con estilográfica: lo que debes saber
Todas las plumas se componen de elementos similares, que pueden variar ligeramente dependiendo de la marca o del diseño de un modelo concreto. En concreto son cinco las partes que forman una pluma estilográfica: cuerpo, boquilla, capuchón, plumín y alimentador.
Conviene también informarse cuanto antes del sistema que utiliza para cargarse y aprender a cargar la tinta en la pluma. En la actualidad, la gran mayoría de plumas utilizan cartuchos desechables o recargables, aunque pueden darse otras opciones, como el mecanismo de convertidor o el mecanismo de pistón.
Para escribir bien lo primero es contar con la estilográfica adecuada. Una pluma estilográfica es un objeto muy personal y se supone que debe adaptarse a tu mano a la perfección; si tienes una mano grande, consigue una pluma estilográfica más grande. Si tienes una mano más pequeña, consigue una más pequeña. En caso de duda, nunca debe ser demasiado corta; es mejor que sea un poco más larga, pero también hay que prestar atención a la anchura. Si la pluma es demasiado ancha, puede resultarte incómodo escribir con ella.
Lo mejor es probar estilográficas de diferentes anchos y largos para averiguar con cual te sientes más cómodo.
Por otro lado, hay que fijarse en el peso. Es algo que no importa demasiado si solo vas a usar la pluma para firmar documentos. Pero si quieres escribir textos extensos es mejor una pluma ligera para que la mano no se canse.
Antes de ponerte a escribir ten en cuenta que las estilográficas no son adecuadas para todo tipo de papel. Por ejemplo, en el papel de impresora la tinta puede quedar mal. Cuando vayas a la papelería pregunta por papel adecuado para estilográfica.
Bueno, ya tenemos la pluma y el papel, ahora a escribir:
- Cuando escribes con una pluma estilográfica, es esencial que la mantengas en el ángulo correcto. El ángulo que formen la pluma con el papel debería estar entre 45 y 55º. Si inclinas tu pluma por encima de 55 grados o por debajo de 45 grados, no escribirá tan bien, no será tan suave, y la tinta no se transportará tan bien sobre el papel. Prueba a empezar a escribir en esta amplitud de angulos hasta que encuentres el más cómodo para ti.
- Una diferencia muy importante de escribir con una pluma estilográfica es que hay que mantener la mano bastante rígida. Así que, una vez que tienes el ángulo correcto con tus dedos, no deberías ajustar tu muñeca, sino que debería permanecer rígida, para que sigas escribiendo. Como regla general, tu brazo y tu hombro harán más trabajo que tu muñeca. Parece más difícil de lo que es, si lo intentas un par de veces le cogerás el truco rápidamente.
- Por último, pero no menos importante, tienes que aprender a aplicar la cantidad correcta de presión en tu pluma. A medida que la punta del plumín toca el papel, sólo necesitas aplicar una suave presión y sentirás como la tinta fluye sin necesidad de apretar la punta contra el papel. Si presionas con demasiada fuerza puedes dañar tanto la pluma como el papel.
Llegarás a escribir con soltura si aprendes a sujetar la pluma de forma correcta, con la mano relajada, dejando que la estilográfica repose entre los dedos sin presión.
Una cosa más, las plumas estilográficas vienen con un capuchón, y a algunas personas les gusta “fijar” el capuchón en la parte trasera de la pluma estilográfica. Eso es algo que depende del gusto de cada persona. Aunque es verdad que las más plumas más pequeñas están diseñadas para escribir con el capuchón fijado la parte posterior para conseguir un equilibrio perfecto.
Para que la pluma estilográfica sea duradera hay que mantener ciertos cuidados de forma habitual. Siempre poner el capuchón cuando no se utiliza, retirar la carga cuando va a pasar algo de tiempo hasta el siguiente uso, mantenerla lejos de las temperaturas extremas y limpiarla con agua fría de forma periódica.
Por qué escribir con pluma estilográfica
La escritura mano no tiene comparación con la escritura a máquina. Es un hecho. Quizá sea menos efectiva en cuanto a tiempo y facilidad de relectura, pero escribir a mano es un proceso en el que se implican los sentidos de una forma más activa.
Si además unimos al concepto de escribir a mano, un elemento como la pluma, estaremos creando un conjunto en el que escribir será mucho más que un simple proceso mecánico. Las plumas estilográficas son objetos que no se usan de forma cotidiana, pero que dotan de estilo y personalidad a sus propietarios. Escribir con pluma es una señal de seriedad y profesionalidad, toda una declaración de intenciones.
Una pluma es duradera, al contrario que los bolígrafos, y mejora la escritura a mano, porque es necesario aprender a controlarla y cuidar cada movimiento. Escribir con una estilográfica es un proceso que requiere tiempo, por lo que además reduce el estrés y relaja al usuario.
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